Por qué no se debe comprar TV Box o TV Stick genéricos: baratas, pero muy inseguras

Aunque parezca una buena opción por su bajo precio, estos dispositivos genéricos representan un verdadero riesgo en temas de ciberseguridad

Con el paso del tiempo, muchos Smart TV comienzan a volverse lentos, afectando la experiencia de uso al momento de ver contenido en streaming o cambiar entre aplicaciones.

Para evitar reemplazar el televisor por uno nuevo, una opción costosa, muchos usuarios optan por comprar dispositivos como TV Box o TV Stick, los cuales se han popularizado por ofrecer una solución práctica y accesible.

Empresas como Google, Amazon y Roku han lanzado sus propios modelos con sistemas operativos que permiten instalar aplicaciones y optimizar el rendimiento del televisor. Sin embargo, su precio sigue siendo considerable para algunos usuarios, lo que ha impulsado la venta de versiones genéricas que son más económicas.

Hay varias marcas de TV Stick que los usuarios pueden elegir. (Foto: Difusión)

Muchas de las personas que compran estos dispositivos lo hacen sin conocer los posibles riesgos de seguridad, compatibilidad o funcionamiento limitado que pueden tener, brindando una mala experiencia al usuario.

Las TV Box y TV Stick son dispositivos diseñados para convertir cualquier televisor con entrada HDMI en un Smart TV funcional. Gracias a que incorporan su propio sistema operativo, permiten instalar aplicaciones y acceder a servicios de streaming como Netflix, YouTube, Disney + o Prime Video. También resultan útiles para quienes ya tienen un Smart TV, pero experimentan lentitud en el sistema.

La diferencia principal entre ambos radica en su forma y capacidades. Las TV Box tienen un diseño tipo caja, mayor potencia de procesamiento y múltiples puertos como USB, Ethernet y ranuras para tarjetas microSD. Esto las hace ideales para quienes buscan un rendimiento más robusto y la posibilidad de conectar periféricos o expandir su funcionalidad.

TV Box funciona como un Smart TV. (Foto: Difusión)

En cambio, las TV Stick son más compactas, similares a una memoria USB, y se conectan directamente al televisor sin cables adicionales. Aunque ofrecen menor potencia, destacan por su portabilidad, instalación sencilla y precio más accesible. Son perfectas para quienes desean una experiencia básica de streaming sin complicaciones.

El alto costo de las TV Box y TV Stick de marcas reconocidas ha llevado a muchos usuarios a optar por alternativas genéricas, generalmente de origen chino, que se venden a precios considerablemente más bajos.

Algunos de estos dispositivos incluso vienen con aplicaciones de streaming no oficiales, como Magis TV, lo que puede parecer una ventaja atractiva. Sin embargo, su compra no es recomendable por varios motivos importantes.

TV Stick te permite actualizar tu Smart TV. (Foto: Difusión)

Según advierte El Rincón de Cabra, un especialista en tecnología, estas versiones genéricas suelen funcionar con versiones obsoletas de Android que ya no reciben actualizaciones ni soporte oficial.

Esto representa un riesgo de seguridad significativo, ya que los dispositivos quedan vulnerables a fallos del sistema y posibles ataques informáticos, sin posibilidad de recibir parches que corrijan esas fallas.

Además del sistema desactualizado, muchos de estos aparatos vienen con apps preinstaladas de origen desconocido, lo cual aumenta la probabilidad de que contengan malware.

TV Stick te permite actualizar tu Smart TV, pero debes de tener cuidado con los genéricos. (Foto: Difusión)

Esto no solo puede comprometer la privacidad del usuario, sino también afectar el rendimiento del dispositivo, que tiende a colgarse o dejar de funcionar con el tiempo, como lo mencionó el creador de contenido: “Hoy funciona, pero mañana no”.

Otro problema frecuente está en las especificaciones técnicas falsas. Es común que estos dispositivos aseguren contar con 4 GB de RAM y 512 GB de almacenamiento, cuando en realidad ofrecen mucho menos. Esta diferencia hace que su espacio se llene rápidamente y que el rendimiento sea deficiente, lo que genera una experiencia muy por debajo de lo esperado.