La melanina es el pigmento responsable del color de los ojos al igual que del color del pelo y de la piel y una serie de genes determinan la cantidad de melanina en las células del iris. El marrón es el color de ojos más extendido a nivel mundial, mientras que el verde es uno de los más raros.
Tener los ojos claros u oscuros no influye solamente en el aspecto físico, sino que puede determinar la capacidad visual en función de la mayor o menor luminosidad del ambiente. Al menos esa es la conclusión a la que llegó un nuevo estudio realizado por investigadores de Liverpool John Moores University (LJMU) que encontró que las personas que tienen los ojos azules podrían tener una mejor visión en condiciones de poca luz en comparación con aquellas con ojos marrones.
Esta teoría podría explicar la mayor prevalencia del color azul en ciertas poblaciones, como en el norte de Europa, donde los cielos suelen ser más oscuros. Se trata de un estudio que fue calificado como “preliminar” por la Dra. Kyoko Yamaguchi, que trabaja en la Escuela de Ciencias Ambientales y Biológicas y se especializa en la base genética del color de la piel, el cabello y los ojos y es una de las autoras. Los hallazgos del trabajo deben ser confirmados en un estudio más amplio, mientras que el estudio partió de una hipótesis que formuló la Dra. Kyoto al mudarse a Europa desde Japón.
Prevalencia de los ojos azules
En concreto, a la investigadora le llamó la atención lo tenue que era la iluminación en los edificios, que con frecuencia encontraba demasiado oscuros para leer. Esto la llevó a preguntarse si había una base biológica para esta iluminación más débil, en lugar de solo una razón cultural. Para investigar más, ella y su estudiante Faith Erin Cain examinaron la visión de personas de ascendencia europea con ojos azules o marrones.
Después de que los voluntarios permanecieran en la oscuridad durante 30 segundos, los investigadores aumentaron gradualmente el brillo de la luz hasta que estos pudieron leer una secuencia de letras en una pared a tres metros de distancia. Aquellos con ojos azules necesitaron un nivel de luz de 0.7 lux en promedio, en comparación con 0.82 lux para los de ojos marrones.
Según un informe en New Scientist, otros expertos consideran que la idea de que tener ojos azules ayuda en condiciones de poca luz tiene sentido, pero el número de voluntarios en este estudio ha sido demasiado pequeño para sacar conclusiones definitivas. “El concepto es plausible”, dice Cassie Ludwig de la Universidad de Stanford en California. Pirro Hysi del King’s College de Londres comenta: “Es posible, [pero] no está probado porque los análisis se basaron en una muestra pequeña”.
La teoría actual de los ojos azules
Si se confirma el hallazgo, podría ayudar a explicar por qué evolucionaron los ojos azules en algunas poblaciones del norte de Europa, afirma la Dra. Yamaguchi. La teoría actual es que los ojos azules fueron un efecto secundario de la selección para tener piel más clara y cabello rubio, lo que estaría promovido por la necesidad de obtener suficiente vitamina D. Nuestros cuerpos utilizan los rayos ultravioletas para producir vitamina D en la piel, por lo que una piel más oscura puede contribuir a un déficit de vitamina D en regiones con poca luz solar.
Sin embargo, los ojos azules pueden ser una desventaja cuando en el entorno la luz es brillante. Algunos estudios sugieren que los iris azules dispersan más luz que los marrones, degradando la calidad de la imagen. La Dra. Yamaguchi espera obtener financiación para un estudio más amplio que también incluiría a personas con una gama más amplia de colores de ojos, pero Mackey indica que esto podría ser difícil. “Aunque el color de los ojos es muy interesante para el público en general, es realmente difícil obtener financiación para investigar en esta área”, concluye.
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