En el mes de abril, el segundo planeta mayor del zodiaco ingresó a Aries, luego ingresó Saturno que va a estar un tiempo en Aries y luego vuelve a retroceder al signo anterior que es Piscis; sin embargo, en julio de este año se va a estar dando una conjunción muy significativa entre ambos planetas.
En febrero del año próximo esta situación se repite siendo este mes el momento partil.
En Astrología Fhers con el estudio de la Carta Natal Kármica, se pueden ver los potenciales que traen las conjunciones.
Hoy en Buen karma, con la mirada en el cielo y los pies en la tierra, vamos a hablar de la conjunción de estos planetas mayores en el zodiaco.
Las conjunciones
Una conjunción es un aspecto en el mapa natal, que indica que dos puntos o planetas se encuentran a una distancia menor de tres grados. Desde lo visual significa que si miramos desde la Tierra esos dos planetas están juntos.
A este fenómeno también se lo llama a veces como alineación de planetas, aunque no es un término usado en astrología.
Desde la interpretación o significado astrológico, son dos energías que trabajan juntas por una misma causa, y al ser planetas mayores estamos hablando de causas colectivas, relacionadas con nuestro espíritu y no tanto con el alma.
Neptuno es el más soñador de los planetas, y Saturno el más materialista, esto permite que los sueños se hagan realidad.
Por estar al comienzo del signo iniciático del zodiaco, no es una energía que va a producir efectos inmediatos, pero el inicio de un proceso y sembrado de semillas que va a tener sus frutos en el mediano plazo.
Un chico que nazca por estos días, va a tener esta armonía en su carta natal, la cual va a rendirle sus frutos si la sabe aprovechar, además parte de la misión de su alma es que los sueños de muchos se puedan hacer realidad aquí en la Tierra.
Aries primer signo del zodiaco
El 1 de enero se suele decir la frase “Año nuevo vida nueva” y mucho de esto es cierto.
Aries es el primer signo del zodiaco, y cada vez que un planeta ingresa en él se inicia un nuevo ciclo.
Cuando es interpreta una carta natal, los planetas en esa zona del mapa indican un nuevo ciclo en particular para esa persona en esta nueva encarnación.
Y cada vez que se inicia un ciclo, se termina el anterior, Aries es el primer signo del zodiaco y Piscis, el último.
No solo se puede hablar del futuro, sino también del pasado para poder aprender de lo sucedido, los aciertos y las cosas a mejorar.
Al hablar de astrología kármica, nos referimos al karma como las raíces, debemos mirar hacia el futuro, por supuesto, pero conociendo el pasado, habiendo aprendido de él y sabiendo de dónde venimos.
¿Qué podemos esperar de este aspecto en el cielo?
Estamos hablando de raíces, y para saber que se puede esperar en el futuro, muchas veces en esta columna nos vamos al pasado para recordar que sucedió cuando se dio por última vez una determinada posición planetaria que involucre a planetas mayores.
Viajemos en el tiempo al año 1989, cuando esta conjunción se dio, por última vez, la caída del muro de Berlín, la disolución de lo que en su momento era la Unión Soviética.
Acá podemos destacar dos cosas: por un lado, tener en claro que todo es posible y que siempre vale la pena el esfuerzo por una causa justa. La segunda cosa a tener en cuenta fue el deseo de libertad que surgió en ese momento, hoy esa palabra se usa mucho en el lenguaje cotidiano, un deseo de libertad, de ir a buscar objetivos complejos haciendo un esfuerzo para lograrlo.
Si vamos a tomar acontecimientos destacados de este país, en 1952, cuando también se da esta conjunción, se renueva el mandato presidencial de Juan Domingo Perón, el signo involucrado fue Libra, que representa el equilibrio.
Ahora en el cielo hay algunas cosas diferentes a destacar, la primera es el signo, Aries marca nuevos ciclos, predispone a la acción, a tomar las riendas de la vida. La posición por signo de Neptuno que otorga una gran pasión a todo lo que se hace.
Por otro lado, Plutón en Acuario, marcando cambios lentos pero seguro para apuntar a lo colectivo.
Los cambios son posibles, hay que saber trazar un norte con pureza de motivos e inclusión.
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