Pablo Jesús Gatto se instaló en la ciudad estadounidense en 2022 y, desde entonces, comenzó a abrirse paso en el teatro.
Pablo Jesús Gatto siempre supo que su destino eran las tablas. “Empecé a hacer teatro desde muy chiquito”, recuerda. Lo que nunca imaginó es que llegaría hasta la mítica Broadway en Nueva York, y mucho menos que conseguiría varios reconocimientos en su faceta de actor y director.
Su vocación por el arte es una herencia familiar, asegura. “Mis papás son uruguayos, se conocieron acá. Mi papá tenía 17 años, él era profesor de teatro de mi mamá y así se enamoraron”, cuenta en diálogo con TN y la Gente.
Y agrega: “A mí me inculcaron y me dieron todo el apoyo para la actuación. De chico, hice muchos cortos para estudiantes. Seguí haciendo comedia musical”. Más adelante, se formó en la EMAD (Escuela Metropolitana de Arte Dramático). “Allí aprendí herramientas fundamentales para mi carrera como actor”, destaca.
Su llegada a Nueva York
El freno que impuso la pandemia por el COVID-19 lo obligó a replantearse su camino. “Me llené de coraje y empecé a hacer proyectos, uno de esos fue La Pri del after, cuya protagonista era una drag queen”, dice. Con esa obra, comenzó a viajar y su carrera tomó un rumbo inesperado.
Primero pasó un mes en México. “Después me vine a Nueva York. Cuando llegué, a pesar del frío, dije ‘me tengo que quedar acá’. Yo tenía seis meses de visa, no sé qué fue, pero yo dije ‘me tengo que quedar’ y me quedé con mis poquitos ahorros”.

Y en La Gran Manzana, la vida le cambió para siempre. “Pasaron muchas cosas, me enamoré, conseguí la visa de mi vida”. Jandel Camilo, su pareja, también es actor.
Gatto asegura que llegó a Estados Unidos sin nada asegurado, “con una mano adelante y otra atrás”, pero estaba armado con un “pensamiento muy positivo” y encontró buenas experiencias en todos lados. “A pesar de no hablar inglés y un montón de trabas, siempre he tenido la suerte de que me pasen cosas muy insólitas”, celebra.

Esa cadena de sueños cumplidos incluye a su pareja, a quien conoció dos meses después de instalarse y con quien se casó siete meses después. “Él, justo estaba trabajando para una serie de Apple TV. Y me quedé. Ya pasaron tres años, seguimos haciendo nuestros proyectos, yo más enfocado al teatro y la comedia musical y él a lo audiovisual”.
Hoy, Gatto atraviesa uno de los momentos más importantes de su carrera: fue nominado a los Broadway Awards y busca el apoyo del público argentino: “La gente tiene que entrar a votar, así llevamos el premio para la Argentina”, resalta. La votación se hace a través de este enlace. Está nominado como mejor director por la obra Por toda eternidad, escrita por Emiliano López.
“Si llego a ganar, sería el segundo premio como director”, señala. El primero que recibió en esta categoría fue el Fuerza Fest de la Hispanic Federation por Toda Eternidad, en 2025.

Además, tiene una lista de palmarés que sigue creciendo. En 2023, ganó un Fuerza Fest en la categoría Mejor Actor Protagónico por Un chico normal y, por esta obra, en 2024 también recibió un Premio Talia como Mejor Actor Característico, más un Latin Alternative Theater Award (LATA) como Mejor Actor Popular. El año pasado también ganó un LATA por Tres flores trans.
Por la versión corta de la obra Trenzas, sapos y mariposas, recibió un Fuerza Fest y un Premio ATI en 2024 y un LATA en 2025. Este mismo año, ganó un LATA por Mejor Diseño de Vestuario con la obra Raw y la Alcaldía de Union City, New Jersey, le otorgó un Certificado de Apreciación.
Ahora, el joven artista ensaya una versión extendida de Trenzas, sapos y mariposas con el director y autor Nazareno Ciminari. Este unipersonal habla sobre la infancia queer en la Argentina de los 90, ambientada en Trenque Lauquen, ciudad natal del director. Se estrenará en Nueva York el año que viene y luego tendrá una gira por Argentina, México, Uruguay y España.
Gatto también piensa en lo que viene: quiere proyectarse hacia la gran pantalla. “Me gustaría empezar a introducirme en el teatro anglosajón, quizás en la comedia musical y poder tener una participación en cine”, comenta. Para él, Hollywood ya no es tan “inalcanzable” como lo imaginó al llegar a Estados Unidos. “Puede parecer una cosa muy soñadora, pero si uno se lo propone, lo logra“, asegura.
Y, aunque su talento le permitió conquistar gran parte del terreno, el actor reconoce que nada de esto sería posible sin quienes lo acompañaron desde siempre: “Sin mi familia, no estaría aquí. Son el gran soporte que hay detrás”.





