Cómo puede la grasa buena quemar calorías y proteger contra enfermedades neurodegenerativas

Diversos estudios resaltan el impacto de la grasa marrón, que ya está en el cuerpo, en la protección contra el Alzheimer y otros trastornos a través de mecanismos antioxidantes y antiinflamatorios

La grasa corporal generalmente se asocia con problemas de salud como la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, existe un tipo de grasa en el cuerpo que parece funcionar como un aliado para mejorar la salud metabólica y cerebral: la grasa marrón. A diferencia de la grasa blanca, que almacena energía, la grasa marrón quema calorías para producir calor, especialmente en condiciones de frío.

Recientes investigaciones sugieren que esta “grasa buena” no solo contribuye al control del peso, sino que también podría desempeñar un papel crucial en la protección contra enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Según un estudio publicado por científicos de la Escuela de Medicina de Rutgers en Nueva Jersey, este tejido puede potenciar la capacidad del cuerpo para resistir el estrés oxidativo y mejorar la circulación, factores clave para mantener una buena salud cerebral y metabólica​​.

El interés en la grasa marrón ha crecido considerablemente en los últimos años, ya que representa una posible vía para desarrollar terapias innovadoras que combatan el envejecimiento, mejoren la tolerancia al ejercicio y prevengan enfermedades crónicas. A continuación, exploramos los mecanismos detrás de estos beneficios y las formas en que podemos estimular este recurso biológico interno.

Científicos destacan que activar la grasa marrón podría prevenir enfermedades como el Alzheimer (Freepik)

La grasa marrón, a diferencia de su contraparte blanca, está compuesta por células ricas en mitocondrias, los orgánulos que generan energía en las células. Estas mitocondrias contienen una proteína llamada UCP1 (proteína desacoplante 1), que desvía la energía de los alimentos hacia la producción de calor en lugar de almacenarla como grasa. Esto hace que la grasa marrón actúe como una especie de “calefacción interna” del cuerpo.

En los humanos, esta grasa se concentra principalmente en áreas como el cuello, los hombros y alrededor de los órganos vitales. Aunque es más abundante en los recién nacidos, quienes dependen de ella para mantener su temperatura corporal, los adultos todavía conservan pequeñas reservas que pueden ser activadas bajo ciertas condiciones, como la exposición al frío o el consumo de alimentos específicos​​.

Además de su capacidad para quemar calorías, estudios recientes han demostrado que la grasa marrón tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Estas características pueden ser clave para proteger al cerebro contra daños asociados con el envejecimiento y enfermedades neurodegenerativas​​.

La grasa marrón se ubica en el cuello y alrededor de órganos vitales y se activa ante estímulos específicos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un aspecto revolucionario de la grasa marrón es su impacto potencial en el cerebro. Investigaciones recientes sugieren que este tejido puede mejorar la salud cerebral al aumentar el flujo sanguíneo y reducir el estrés oxidativo. En un estudio con modelos animales, el trasplante de grasa marrón aumentó significativamente la resistencia al agotamiento físico y mejoró la función metabólica, lo cual puede tener implicaciones para la prevención de enfermedades como el Alzheimer​​.

La relación entre la grasa marrón y la salud cerebral se explica, en parte, por su capacidad para liberar hormonas y compuestos que mejoran la circulación y reducen la inflamación sistémica. Estas propiedades pueden ayudar a mitigar los procesos inflamatorios crónicos que se consideran un factor de riesgo importante para el desarrollo de trastornos neurodegenerativos​​.

Según los científicos, estos efectos protectores podrían replicarse en humanos mediante estrategias que estimulen la actividad de la grasa marrón. Entre estas estrategias se encuentran la exposición al frío, el consumo de alimentos como el té verde o las manzanas, y la práctica regular de ejercicio físico​​.

La grasa marrón ofrece propiedades antioxidantes que mitigan procesos inflamatorios crónicos ligados al envejecimiento (iStock)

Aunque no podemos crear más grasa marrón de la que ya poseemos, es posible optimizar su actividad. Estudios han mostrado que duchas frías, inmersiones en agua helada y entornos fríos pueden activar este tejido, estimulando su capacidad para quemar calorías y mejorar el metabolismo.

El ejercicio físico también juega un papel importante. En modelos animales, se ha observado que el ejercicio incrementa la actividad de la grasa marrón al estimular el sistema nervioso simpático, conocido como la respuesta de “lucha o huida”. Esto no solo favorece la quema de calorías, sino que también podría explicar los beneficios cognitivos asociados con el ejercicio regular​​.

Además, algunos alimentos parecen tener un efecto estimulante sobre la grasa marrón. Ingredientes como la capsaicina (presente en alimentos picantes), el té verde y los compuestos presentes en las manzanas han mostrado un impacto positivo en su activación. Estas sustancias podrían ser una herramienta accesible para potenciar los efectos metabólicos y protectores de este tejido​​.

Estudios indican que este tejido influye directamente en mejorar circulación y resistencia al estrés oxidativo

El creciente interés en la grasa marrón ha llevado a los científicos a explorar cómo imitar sus beneficios a través de tratamientos médicos. Una posibilidad es desarrollar fármacos que activen las mismas vías metabólicas que la grasa marrón, lo que podría ofrecer nuevas esperanzas para combatir enfermedades metabólicas y neurodegenerativas​​.

Mientras tanto, incorporar hábitos saludables como el ejercicio, una dieta equilibrada y prácticas que expongan al cuerpo al frío podría ser una forma natural de aprovechar este recurso interno para mejorar la calidad de vida y proteger el cerebro. En palabras de los investigadores: “La grasa marrón representa un puente entre la salud metabólica y la longevidad funcional”​​.

La grasa marrón, con su capacidad única de quemar calorías y proteger el cerebro, podría ser una clave revolucionaria en el camino hacia una vida más saludable y longeva. Aprovechar su poder, a través de cambios en el estilo de vida y futuras innovaciones médicas, podría marcar una diferencia en la lucha contra el envejecimiento y las enfermedades crónicas.