Tras presentar su renuncia la jueza Pereyra sostuvo: “Mi propio criterio es mi conciencia”

«Mi renuncia es porque accedo al beneficio de la jubilación ordinaria y móvil. Es un trámite que comencé hace mucho y que finalmente estoy en condiciones de finalizar. Lo empecé en 2019, fue despacio, y ya era una cuenta pendiente, porque tengo 37 años de trabajo en la justicia. Uno también cumple un ciclo, se agota, hay que dejar paso a la gente más joven y ocuparse de otros aspectos de la vida», expresó Pereyra.

A pesar de su decisión, la jueza Pereyra se mostró molesta por algunas versiones tendenciosas en ciertos medios de comunicación. «Algunas notas periodísticas muy tendenciosas y mezquinas no cuentan la verdad, eso sí molesta. Pero más allá de eso, empecé a recibir el llamado y la visita de la gente, que fue leyendo y entendiendo que mi renuncia es por la jubilación», comentó.

En cuanto a su independencia y objetividad a lo largo de su carrera, la jueza fue enfática. «Siempre fui independiente y objetiva a la hora de trabajar, respeté la constitución y las leyes, y por supuesto, mi propio criterio y mi conciencia. En el trámite que hacemos no es solo un papel, tenemos una persona al otro lado. Lo que hacemos va dirigido a una persona a la que le debemos respetar sus derechos y garantías», afirmó.

Respecto al respaldo del Superior Tribunal de Justicia, la jueza manifestó su confianza. «Creería que el Superior nos respalda a todos los jueces. No me lo planteé porque no hay un conflicto. Yo hago lo que todas las personas cuando terminan su ciclo de trabajo activo, para pasar a la parte pasiva», declaró.

Con nostalgia, la jueza Pereyra anticipa que dejará sus deberes para la próxima semana, asegurando que se dedicará a ordenar todos los asuntos pendientes antes de su partida. «Trato de dejar todo ordenado, que no queden cosas sin firmar. No me tomo licencias, ya lo hago de una vez, para que pueda venir otro colega, alguna otra persona, y ocupe el lugar», explicó.

Al concluir la entrevista, la jueza expresó cariño por quienes han trabajado con ella durante tantos años. «Sí, siento nostalgia y apego, sobre todo hacia las personas que han trabajado conmigo. Claro que los quiero. A los profesionales que vienen a diario, por favor, hay que… No hay problema», concluyó.