El cocinero de Dios y los pobres
“No sabes cuando le das un plato de comida a los chicos de la calle, se bailan, pobrecitos, por la comida, y es una alegría total repartiendo platito de comida con ellos”, así le nace decirlo a Elvio Espíndola, que llegó a la Argentina desde Paraguay a los 28 años. Su tonada paraguaya es irreproducible desde lo escrito. Su cadencia. Él no sabe que esto termina en un artículo, yo tampoco […]