La corrección del juanete o su nomenclatura en Latín “hallux valgus” tiene muy mala fama entre aquellas personas operadas hace más de quince o veinte años. En aquellos tiempos, los procedimientos disponibles eran más cruentos y, por lo tanto, más dolorosos, aunque hay que destacar que no por ello menos efectivos en la mayoría de los casos.
Lamentablemente, la corrección de esta deformidad del antepie, que lleva el dedo gordo o “hallux” hacia afuera no tiene mejoría utilizando férulas o aditamentos. Estos están indicados al solo efecto de reducir la deformidad, pero no pretenden corrección alguna, aún cuando muchos especulan vendiendo soluciones mágicas, destinadas al comercio y al fracaso.
En la actualidad, la corrección del juanete pasa por la realización de procedimientos menos invasivos y sobre todo menos cruentos. He de aclarar aquí que en traumatología no existe el tratamiento con láser. Esto es un invento de inescrupulosos, o bien, una mala interpretación
La cirugía que se hace en el mundo
La cirugía que se realiza en estos momentos en todo el mundo es la cirugía MIS (mini invasive surgery), con sus modificaciones según cada equipo o región en donde se la realice. Hoy utilizamos una variante de esta a la que denominamos MFS (cirugía mixta del antepie – mixed forefoot surgery-) que simplemente combina procedimientos para evitar las eventuales complicaciones de la cirugía MIS como el dedo rígido, los vendajes molestos o los clavos a través de la piel, de colocación frecuente en esta, permitiendo a su vez reducir el diámetro anterior en los pies anchos.
Ahora bien, una pregunta frecuente es cuándo se puede empezar a caminar. Y la respuesta es “inmediatamente” que se va la anestesia con los cuidados que indique cada cirujano y las sandalias para el postoperatorio. Una pregunta muy importante y frecuente es si el juanete puede volver a “salir”. Esto depende de la técnica utilizada y su correcta indicación, además de una serie de mediciones que el cirujano realizará en sus radiografías para dar esa respuesta. Todo procedimiento quirúrgico necesita una técnica depurada y un equipo bien entrenado, luego, la colaboración total del paciente.
Otra consulta segura es si se pueden operar los dos pies juntos. Y la respuesta es definitivamente sí, se puede y en todo caso se debe para pasar por una recuperación menos prolongada y retornar a las actividades más rápidamente.
Pero la pregunta “del millón” es ¿debo operarme los juanetes? La respuesta puede ser muy simple teniendo en cuenta cuánto duele o cuánto molesta verlos. De ahí, la decisión personal de mejorar la calidad de vida.
(*) Dr. Fernando G Troilo (M.N.: 91.741 y M.P.: 39.771), médico cirujano especialista en Ortopedia y Traumatología. Miembro titular de la “Sociedad Argentina de Medicina y Cirugía del pie y la pierna”.
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