Gas impagable: “Hoy pagué una garrafa a $48.000 y mañana será $52,000” señaló una comerciante

El reciente aumento en los precios del gas ha generado preocupación tanto entre los comerciantes como entre los hogares argentinos. La subida de tarifas afecta de manera significativa a diversos sectores, poniendo en evidencia la necesidad de encontrar soluciones a una problemática creciente.

En diálogo con Noticiero 9, Milena, propietaria de la pastelería «Deli Pastelería», compartió su experiencia con el incremento. Según Milena, «el gas es algo que usamos en gastronomía; en un 80% de nuestros productos se utiliza el gas, al igual que la luz y el agua.»

El costo de las garrafas, esencial para su negocio, ha subido considerablemente. «Hoy pagué una garrafa a 48,000 pesos, y el incremento a partir de mañana será de 52,000 pesos,» detalló Milena. Ella señaló que «tener dos garrafas es crucial porque, si te quedas sin gas mientras trabajas, necesitas un repuesto para no interrumpir la cocción de los productos.»

El impacto financiero es notable, ya que «es complicado tener que pagar 50,000 pesos por las garrafas de gas de un día para el otro.» Milena también mencionó que el aumento en el costo del gas se suma a otros incrementos en los insumos y a la materia prima, lo que hace más difícil gestionar los costos operativos de su negocio.

Por otro lado, en Chubut, Magalí enfrenta una situación diferente pero igualmente grave. Magalí, que reside en el sur de Argentina, explicó que «hace unos meses estábamos pagando tarifas de gas bastante bajas, pero recientemente tuvimos un incremento de casi el 400-500%.» La última boleta que recibió ascendió a casi 30,000 pesos, en contraste con los 1,000 a 1,500 pesos que pagaba anteriormente.

La necesidad de calefacción en Chubut es imperiosa debido al frío intenso de la región. «En el sur hace mucho frío, y el gas es esencial para vivir; incluso las escuelas y todos los lugares necesitan calefacción,» afirmó Magalí. Esta situación la ha llevado a hacer ajustes significativos en su presupuesto, reduciendo «algunos gustitos» para poder cubrir los gastos básicos como la alimentación y la calefacción.