“Vamos a dejar atrás ese tiempo de despilfarro y derroche en la lógica de beneficiar amigos”, clamó Leandro Zdero horas después de asumir. Si tan sólo hubiera cerrado la boca.
El “plan de austeridad” que anunció el 29 de diciembre hubiera estado bien para la sobremesa de un asado radical, entre gárgaras festivas, pero exponerlo delante de la prensa, de día y sin convidar un poco de eso que estaban tomando, fue una macana.
Zdero, que ese mismo día se triplicó el sueldo e hizo lo propio con su gabinete, le mostró al mundo, sin que el mundo se lo pidiera, que carece de estatura política y, lo que es más alarmante, de un plan de gobierno. El problema es que las decisiones políticas -aún la de los políticos sin estatura- al final impactan en la gente.
Lo peor de su “plan de austeridad” no es lo flojo de papeles; lo peor es que mientras lo anunciaba, su gabinete estaba haciendo un zafarrancho de contrataciones directas y gastos discrecionales, sus funcionarios estaban dando clases de nepotismo y él mismo estaba refutándose decreto tras decreto.
Decreto 122/23. El 18 de diciembre la vicegobernadora Silvana Schneider colocó como personal de gabinete en la Secretaría General de la Gobernación a una persona que lleva su mismo apellido. Categoría 80%. Una cosa es que el gabinete sea un comité; otra que sea un negocio familiar. Pero al parecer hay nepotismos buenos.
Decretos de fin de año y “la lógica de beneficiar amigos”. Zdero le mandó una camioneta al intendente de Presidencia Roca, Gustavo Martínez (quizás lo recuerdes del camión municipal interceptado con quince cubiertas de contrabando) y le adelantó $30 millones del fondo de participación a la Municipalidad de Las Palmas. Ambos intendentes -Martínez y Víctor Hugo Armella- son radicales.
El 28 de diciembre, después de haber votado en contra a lo largo de todos su mandatos, prorrogó por decreto -ad referendum de la Cámara de Diputados- la Emergencia Económica y Financiera del Chaco. ¿A qué Zdero le creemos? ¿Al que decía que la emergencia era un curro para no pagar sentencias judiciales y repartir fondos discrecionalmente, o al que la prorroga con enjundia cuando es él el que tiene que administrar el Estado?
Una de las primeras medidas que tomó Zdero por decreto fue suspender los decretos de Capitanich que establecían el mecanismo para que el personal contratado por la provincia pudiera rendir concursos e ingresar a la planta permanente del Estado. Ya antes había judicializado dicho “operativo retirada” con el acompañamiento oficioso del fiscal de Estado, que venía percibiendo los vientos de cambio desde hacía varios meses.
En la misma línea y en el afán de “dejar atrás el despilfarro y el derroche” se dio a la tarea de cortar cientos de contratos que vencían el 31 de diciembre o de no renovar los que seguían en 2024. En el caso de Ecom Chaco fueron 26 despidos incluidos 9 agentes de planta permanente; en el caso del Instituto de Colonización fue la totalidad del personal contratado y el cierre de oficinas en cuatro localidades; en el caso de la cartera de Infraestructura fueron 46 contratados de servicio y de obra, y 50 jornalizados. Podríamos seguir.
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