Estados Unidos denunció que cinco batallones del Ejército de Israel cometieron incidentes individuales de graves violaciones de los derechos humanos en operativos ocurridos antes del 7 de octubre en la Cisjordania ocupada. Lo informó este lunes el Departamento de Estado.
Cuatro de estos regimientos tomaron medidas para “remediar” esta situación, de manera que no serán objeto de ninguna sanción, pero un quinto batallón sigue bajo revisión y Estados Unidos no ha tomado aún una decisión al respecto, detalló el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel, citado por EFE.
Las Fuerzas Armadas de Israel son objeto de revisión porque la llamada Ley de Leahy (por el senador demócrata Patrick Leahy que la redactó en 1997) prohíbe al Gobierno estadounidense suministrar armamento y apoyo militar a unidades extranjeras sobre las que pesen denuncias creíbles de violaciones a los derechos humanos.
Según medios locales, el gobierno de Joe Biden estaría considerando la posibilidad de sancionar al batallón Netzah Yehuda, compuesto por soldados ultraortodoxos, por presuntas violaciones a los derechos humanos en Cisjordania.
Qué dice la denuncia del gobierno de Joe Biden contra cinco batallones israelíes
Patel dijo que “después de un proceso cuidadoso”, el departamento de Estado encontró a cinco batallones israelíes “responsables de incidentes que fueron graves violaciones a los derechos humanos”.
Sin embargo, aclaró que todos esos casos ocurrieron mucho antes del brutal ataque de Hamás del 7 de octubre y fuera de la Franja de Gaza.
Según el portavoz, cuatro de esas unidades “han remediado efectivamente esas violaciones”, cumpliendo así con el memorando de seguridad nacional de Estados Unidos, que establece que el armamento estadounidense se debe utilizar sin violar el derecho internacional humanitario.
Sobre el quinto batallón, prosiguió Patel, el Gobierno israelí entregó información adicional que Estados Unidos continúa “revisando” antes de tomar “una decisión final”.
Cómo es el batallón Netzah Yehuda
El batallón Netzah Yehuda, conformado por judíos ultraortodoxos, tiene un largo historial de maltratos y de impunidad, según medios israelíes y analistas citados por AFP.
El batallón se creó en 1999 para incitar a los jóvenes jaredíes (ultraortodoxos) a integrar el ejército, garantizándoles el respeto a sus creencias: estricto régimen alimenticio, ausencia de mujeres en sus bases, tiempo reservado para el rezo y el estudio de la Torá.
Desde la fundación del Estado de Israel en 1948, los jaredíes (“Los que temen a Dios”) están exentos de realizar el servicio militar, que es obligatorio para todos los israelíes.
La mayor parte del batallón está constituido por jóvenes ultraortodoxos que rompieron con su círculo y ven “al ejército como una manera de integrar la sociedad israelí y ganar su vida”, explicó David Khalfa, codirector del Observatorio de África del Norte y de Medio Oriente de la Fundación francesa Jean-Jeaurès.
El batallón también integra “nacionalistas religiosos más bien radicales” y “muy hostiles a los árabes”, añadió. Según afirmó, el regimiento adquirió “una mala reputación”.
“El batallón atrae a sionistas religiosos, cuyas convicciones religiosas se mezclan a un militarismo nacionalista” e integra colonos de asentamientos de Cisjordania, señaló por su parte Marwa Maziad, profesora de estudios israelíes de la Universidad de Maryland.
Integrado por unos mil efectivos, la unidad estaba estacionada en Cisjordania hasta 2022. En este territorio, ocupado por Israel desde 1967, viven cerca de 50.000 israelíes en asentamientos considerados ilegales por el derecho internacional, junto a tres millones de palestinos.
“Una gran parte de sus soldados nacieron y crecieron en Cisjordania. Son colonos de segunda y tercera generación” que se encargan “de operaciones policiales y de contrainsurgencia en Cisjordania”, subrayó Khalfa. “Un número significativo de ellos, no todos, cometió exacciones y el ejército aplicó pocas sanciones” debido a las presiones de los poderosos partidos ultraortodoxos, añadió.
El batallón estuvo en el punto de mira en enero de 2022 tras la muerte de Omar Assad, un palestino que también tenía la nacionalidad estadounidense, a manos de sus soldados. Assad estuvo acostado boca abajo durante más de una hora, esposado, amordazado y con los ojos vendados, en plena noche de invierno.
Después de que la información saliera a la luz, la prensa israelí recordó actos de agresión, muchas veces impunes, cometidos por el batallón contra los palestinos, así como episodios de insubordinación, afirmó AFP.
El diario Jerusalem Post recordó que sus soldados dejaban que los colonos atacaran a palestinos, mientras que el periódico Haaretz denunció la “clara conexión ideológica entre los habitantes de las colonias y los asentamientos” de Cisjordania con “los soldados de Netzah Yehuda”.
Tras la muerte de Assad y los pedidos de investigación de Washington, el batallón fue trasladado hacia los Altos del Golán, cerca de la frontera siria. Pero desde el 7 de octubre y la ofensiva lanzada por Israel en la Franja de Gaza en respuesta al ataque de Hamas contra su territorio, “el ejército tuvo que volver a movilizar esta unidad en Cisjordania, lo que dio lugar a algunos comportamientos problemáticos”, explicó Khalfa.
El ejército israelí afirmó por su lado que “el batallón opera con profesionalismo y valor, conforme al código de conducta de las fuerzas israelíes y en el respeto absoluto del derecho internacional”.
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