En un fallo inédito, la madre de un adolescente que mató a cuatro compañeros de escuela en un tiroteo masivo en Michigan fue hallada culpable este martes de homicidio involuntario.
El jurado comenzó a deliberar el lunes en un juicio sin precedentes y el fallo se conoció al día siguiente. Jennifer Crumbley, de 45 años, se convirtió en la primera mujer en Estados Unidos en ser juzgada por el tiroteo cometido por su hijo, Ethan Crumbley, que en el momento de los hechos era menor de edad y que actualmente cumple cadena perpetua.
La mujer permanece en libertad bajo fianza. El padre del homicida, James Crumbley, será juzgado por separado en marzo.
El tiroteo ocurrió el 30 de noviembre de 2021 en la escuela secundaria Oxford, en el municipio homónimo del estado de Michigan. Entonces, cuatro estudiantes resultaron muertos y otros seis alumnos y un profesor heridos.
De qué se acusó a la madre del adolescente que mató a cuatro compañeros de escuela
Jennifer Crumbley y su esposo le compraron el arma a su hijo pocos días antes de que realizara el ataque.
Los doce jurados, que sesionaron en el tribunal de Pontiac, en el norte de Michigan, dieron su veredicto de culpabilidad este martes. El 9 de abril se conocerá la pena que puede ser de hasta 15 años de cárcel.
Ethan Crumbley, de 17 años, fue condenado a prisión perpetua por el tiroteo en el que murieron cuatro estudiantes de entre 14 y 17 años, y otros seis, además de un profesor, resultaron heridos.
En los alegatos finales, la fiscal Karen McDonald pidió al jurado declarar culpable a Jennifer Crumbley en cuatro casos de homicidio involuntario, uno por cada víctima. En cambio, su abogada defensora Shannon Smith sostuvo que la mujer no podía ser acusada por los actos de su hijo.
”Nadie podía imaginar esto”, dijo Smith. “¿Puede realmente cada padre ser responsable por todo lo que sus hijos hacen?”, preguntó.
Qué dijo en el juicio la madre del adolescente que mató a cuatro compañeros de escuela
Durante el juicio, Karen Crumbley declaró que su esposo había comprado el arma unos días antes del ataque, como un regalo anticipado de Navidad, y que ella llevó al chico al polígono de tiro.
La mujer señaló que su esposo era el encargado de guardar el arma en la casa y que solamente estaba previsto que la usara en el campo de tiro.
El día del tiroteo, los Crumbley fueron convocados en el colegio de su hijo luego de que una profesora se alarmó ante un dibujo violento que encontró en el escritorio de Ethan. A los padres se les mostró el dibujo y se les aconsejó que brindaran ayuda especializada al adolescente.
Según AFP, los padres supuestamente se negaron a llevarse a su hijo a casa. Ethan entonces regresó a su aula. Más tarde fue al baño y salió de allí disparando el arma que guardaba en su mochila.
Durante la semana pasada, distintos testigos, entre ellos empleados de la escuela y personas que conocieron a la madre, testificaron en su contra, dijo EFE. La acusación alegaba que la madre sabía que su hijo tenía problemas mentales y que el adolescente, que tenía alucinaciones con fantasmas, le habría pedido ayuda y que ella nunca se lo tomó en serio.
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