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HUMOR PARA LEER Y ESCUCHAR Reflexiones de la vida diaria: «Metidas de pata» E-GRUPOCLAN
El catálogo de Netflix ofrece una selección inquietante de películas centradas en posesiones y demonios, un subgénero del cine de terror que nunca pasa de moda por su capacidad de conectar con los miedos más profundos de las personas. Desde espíritus malignos que se apoderan de los cuerpos hasta fuerzas demoníacas que alteran la realidad, estos largometrajes no solo aportan una buena dosis de sustos, sino que invitan a reflexionar sobre las fuerzas del bien y del mal, como el miedo a lo desconocido.
Hoy en Malditos Nerds repasamos algunas opciones destacadas con posesiones y demonios en el centro, ideales para una maratón de terror.
Una de las primeras propuestas de este subgénero que podemos encontrar en el catálogo de Netflix es Ouija: El origen del mal. Dirigida por Mike Flanagan, la película es una de esas secuelas que logra superar a su predecesora en todos los aspectos. Ambientada en la década de los sesenta, su historia sigue a una madre viuda que usa una tabla de ouija como parte de su negocio de espiritismo. Sin embargo, todo se complica para ella y su entorno cuando una de sus hijas se convierte en el canal de una entidad maligna.
A lo largo de una hora y media de duración, Flanagan logra construir una atmósfera escalofriante, gracias a sustos bien ejecutados e interpretaciones convincentes. El reparto también cuenta con varias figuras recurrentes en la filmografía del director, como es el caso de Henry Thomas, Elizabeth Reaser, Kate Siegel y Lulu Wilson.
Basada en un escalofriante caso real ocurrido en Madrid en los años 90, Verónica es una de las películas españolas más destacadas en materia de posesiones. Dirigida por Paco Plaza (a quien muchos conocen por la saga de metraje encontrado Rec), esta cuenta la historia de una adolescente que, tras jugar con una ouija en su colegio, comienza a experimentar fenómenos paranormales en su hogar, arrastrando a sus hermanos a una espiral de horror.
Lo que hace que Verónica sea tan efectiva es su capacidad para generar terror a partir de lo cotidiano, creando una atmósfera angustiante que crece a medida que los eventos sobrenaturales se intensifican. Con una actuación sobresaliente de Sandra Escacena en el papel principal, Verónica también se apoya en la idea de que el verdadero horror no radica únicamente en las apariciones demoníacas, sino también en la pérdida del control sobre la realidad.
En el catálogo de Netflix también podemos encontrar a Hereditary, una obra maestra del terror contemporáneo escrita y dirigida por Ari Aster. Esta película sigue a la familia Graham tras la muerte de su matriarca, lo que desencadena una serie de eventos sobrenaturales y revelaciones perturbadoras.
Además de un elenco repleto de talentos liderado por Toni Collette, que brilla en el papel de una madre que se enfrenta tanto a su propio dolor como a las fuerzas demoníacas que rodean a su familia, el aspecto más aterrador de Hereditary es su habilidad para crear una sensación de inevitabilidad, donde el mal parece estar predestinado y no puede ser detenido. La combinación de un guion sólido, un buen desarrollo de personajes y momentos visualmente impactantes convierten a esta película en una experiencia perturbadora e inolvidable.
Hace casi un año el cine argentino fue testigo de un fenómeno sin precedentes dentro del género del terror con el lanzamiento de Cuando acecha la maldad, el último trabajo del director Demián Rugna. Luego de ganar el premio mayor del Festival de SITGES, la película marcó un hito en su paso por las salas locales e internacionales y llegó a posicionarse entre las mejores producciones de género del 2023.
Su trama se desarrolla en un entorno rural, donde un hombre -aparentemente poseído por un ente demoníaco- se encuentra al borde del parto del mal. Dos hermanos, conocedores del problema, intentan alertar al pueblo de la inminente amenaza sin demasiado éxito. Ya que, en sus intentos genuinos por neutralizar la situación, solo consiguen precipitar los acontecimientos.
Cuando acecha la maldad tiene varias particularidades que la distinguen entre otras películas de posesiones. Por empezar, como lo indica su póster promocional, dentro de este mundo crudo y pesimista “rezar no servirá de nada”. Cuando el mal se esparce en el universo creado por Rugna solo hay una serie de reglas a seguir, que poco tienen que ver con las preocupaciones espirituales que dominan el terror religioso o las cintas de posesiones convencionales.
Repleta de giros inesperados y momentos de sorpresas macabras, Cuando acecha la maldad también entrega escenas escalofriantes y arriesgadas como pocas, que logran potenciar tanto la sensación de terror como de angustia en el espectador.
El listado de películas con posesiones y demonios se cierra con De noche con el diablo, una de las adiciones más recientes al catálogo de Netflix. Esta cinta independiente protagonizada por David Dastmalchian pone como escenario un programa sensacionalista de los años setenta, para contar una historia de posesión, ocultismo y sectas.
Su historia sigue a un presentador de televisión que, desesperado por revivir su carrera, organiza un especial en vísperas de Halloween con una parapsicóloga, un clarividente, un escéptico y alguien que afirma haber sido poseído por el diablo. Está claro que las cosas no irán del todo bien para los invitados y los demonios se harán notar en el horario estelar.
De noche con el diablo se presenta como una propuesta modesta que mezcla el factor sobrenatural con el espectáculo mediático, ofreciendo una crítica sobre el sensacionalismo. La película contó con la dirección de los cineastas australianos Cameron y Colin Cairnes, responsables de 100 Body Acres (2012) y Scare Campaign (2016) películas que, a su modo, podrían servir como antesala para esta historia de posesiones.
Escrito por E-GRUPOCLAN
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