Crisis educativa en el Chaco: escuelas sin agua, luz ni aire y clases suspendidas

El inicio del ciclo lectivo 2025 en el Chaco ha sido un reflejo de la grave crisis que atraviesa la educación pública en la provincia al tiempo que se multiplican los reclamos y las quejas de padres, tutores y docentes por esas malas condiciones en que volvieron las clases.

Padres y madres de diversas localidades denuncian que muchas escuelas no cuentan con las condiciones mínimas para recibir a los alumnos: cortes de energía eléctrica, falta de agua potable y aulas sin ventilación ni climatización adecuada. Todo esto, en medio de una ola de calor con temperaturas que superan los 40 grados.

Las protestas se multiplican en distintas localidades y ciudades chaqueñas, mientras el gobierno provincial parece ausente ante el reclamo de miles de familias. En Puerto Tirol, por ejemplo, la Escuela 167 inició el ciclo lectivo sin luz ni agua, lo que obligó a realizar el acto inaugural al aire libre.

Pablo López Zalazar, padre de un alumno de la institución, expresó su indignación: «Este es el claro ejemplo de que a los gobernantes de nuestro pueblo les importa una mierda nuestros hijos. Que no haya luz y agua en una escuela pública ya es el colmo. Después se llenan la boca diciendo que la prioridad es la educación y la salud», dijo en una publicación en redes sociales.

El panorama no es distinto en Resistencia. En la Escuela 2 «Raúl B. Díaz», en pleno centro de la capital provincial, varios estudiantes sufrieron descompensaciones debido al intenso calor dentro de las aulas. Padres y madres se vieron obligados a retirarlos antes de tiempo, repitiendo una escena que se ha convertido en rutina en diferentes puntos de la provincia.

En Sáenz Peña, la situación llevó incluso a la suspensión oficial de las clases en el turno tarde de todas las instituciones dependientes de la Dirección Regional IV-A. A través de la disposición 2.395/00139/2025, el Ministerio de Educación reconoció que las altas temperaturas y los reiterados cortes de luz hacen imposible el normal desarrollo de las actividades escolares. Sin embargo, la única solución ofrecida fue la educación virtual, un recurso que no está al alcance de todos los estudiantes.

Sandy Goitia, madre de un alumno de sexto grado de una escuela de Tirol, describió con resignación cómo su hijo tuvo que regresar a casa el primer día de clases: «Con gran ansiedad, Jonas fue a empezar su sexto grado, pero las condiciones edilicias no estaban preparadas para recibirlo. Lamentablemente volvimos a casa y será una educación virtual. Solo me pregunto… ¿cómo harán los estudiantes que no tengan esos recursos?», se quejó en Facebook.

Las voces de las familias chaqueñas reflejan una realidad inaceptable: el derecho a la educación está siendo vulnerado por la desidia del gobierno provincial. Mientras se habla de inversión en infraestructura escolar, en la práctica, miles de niños y niñas deben enfrentar jornadas escolares en condiciones indignas o, directamente, quedarse en sus casas sin poder asistir a clases.

La pregunta es inevitable: ¿qué está haciendo el gobierno chaqueño para garantizar que los niños puedan estudiar en condiciones dignas? Por ahora, la respuesta sigue ausente, al igual que el agua y la luz en muchas de las escuelas públicas de la provincia.