La autoestima se convirtió en algo dominante. Y para muchos también en la solución de todos los males. De hecho, cada vez son más las personas que van a un psicólogo con un objetivo claro: aumentar su autoestima.
A pesar de que esto resulta una circunstancia positiva, existen personas con la autoestima muy inflada que se perjudican a sí mismas debido a la exagerada percepción que tienen de ellas mismas.
“La pseudoautoestima se puede observar en dos extremos, falta o excesiva valoración. A mayor grado de inmadurez, más deficiente es la autoestima. También se puede mostrar en el espectro de la personalidad narcisista”, plantea Soraya Lara de Mármol, Psicóloga. Terapia Familiar y de pareja de Santo Domingo.
La autoestima inflada surge en la infancia. El chico que no recibió por parte de su entorno aprobación, admiración o amor de forma adecuada se percibirá a sí mismo como un ser carente de valor, por lo que desarrollará una autoestima baja.
Una vez que el niño es adulto, puede optar por dos caminos diferentes:
- Demandar amor y aprobación por parte de los demás, siendo sumiso a las peticiones, dependiente, sin saber decir que no a nada y carente de asertividad por ese miedo al rechazo.
- Exagerar su identidad y su autoconfianza siendo vanidoso y narcisista y de esta manera protegerse de la posibilidad de que alguien le haga daño o le diga que ha fracasado o fallado en algo.
Cómo reconocer a una persona con la autoestima inflada
Una de las características principales de estos sujetos es que piensan que siempre tienen la razón absoluta sobre todas las cosas que discuten, y no ven como una posibilidad el poder equivocarse en algún momento. Esto va asociado a un alto nivel de frustración al toparse con situaciones en las que se evidencian las propias imperfecciones a la hora de tomar decisiones; la disonancia cognitiva que deben afrontar en casos así es muy alta.
Aquellos que tienen este tipo de autoestima se caracterizan por querer demostrar constantemente su seguridad, querer ser siempre el centro de atención y creerse perfectos. Se comparan continuamente, sus logros, su carácter o sus posesiones y necesitan también la admiración ajena.
“Tener un sentimiento de superioridad muy alto viene a ser un mecanismo de defensa, una medida propia de poder encubrir sentimientos de inferioridad, el tener el ego muy alto es una demostración de que hay ciertas carencias. Hay una lectura de que él es superior, pero ese complejo de inferioridad no lo tiene interiorizado. Intenta disfrazar las cosas”, describe Alvaro Hinostroza, profesor en Ciencias de la Salud y Psicología en Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC).
Los cuatro consejos para tratar a una persona con la autoestima inflada
- Entender que es una persona que, por alguna razón, está teniendo esta conducta. Algo lo está llevando a sentirse superior y debemos saber que tiene problemas de autoestima.
- Buscar espacios de entendimiento: cuando haya un momento en el que tenga que reconocer algo que ha hecho mal, hablarle con paciencia y delicadeza, hacerle entender que hay cosas por las que se tiene que hacer responsable.
- Hacerle notar que se está comunicando con los demás de una manera brusca, decirle que debe hablarles de manera asertiva.
- Aconsejarle que vaya al psicólogo: hay que buscar estrategias a nivel social para que identifique aspectos que él mismo no puede observar.
Convivir o tratar a una persona con el ego demasiado alto, depende de qué tipo tenga, si es un tema de autoestima es bastante común, el problema viene cuando este complejo de superioridad no se trata.
“En el caso del narcisismo, la única forma de tratarlo es mediante terapia psicológica y si no se trata, va a tener consecuencias en la vida diaria del paciente”, comenta.
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