Paul McCartney se despidió de Buenos Aires con su gira “Got Back Tour”. Entre las dos presentaciones, fueron 140.000 personas que disfrutaron de un viaje por lo mejor de todas sus etapas musicales.
Después de un primer show histórico del sábado, Paul McCartney volvió a deslumbrar por la fuerza de un repertorio único, con clásicos de los Beatles, Wings y de su carrera solista. El artista se despidió de Buenos Aires con un show de más de dos horas y media que emocionó a un River repleto de fans.
Para la segunda noche, a diferencia de la primera, Paul eligió “Hard Day’s Night”, clásico de los Beatles para comenzar el set. El sábado, los fans pudieron escuchar “Can´t Buy Me Love”. Después fue el turno de escuchar “Junior’s Farm” y “Letting Go” de Wings, la banda que formó luego del final de los Beatles y que compartió con Linda McCartney entre los 70 y los 80.
La idea del setlist de celebrar su repertorio completo se termina de perfilar cuando llega el turno de “Drive My Car” y “Got To Get You Into My Life” de los Beatles, y “Come On to Me”, canción solista que lanzó en 2018 como parte del disco Egypt Station.
En la perfecta noche pasaron “Let Me Roll It”, “Getting Better”, “Let Them In”, y promediando la primera hora del show, comenzaron a llegar los himnos que llevan el sello de Paul como “Maybe I’m Amazed”, de su disco solista McCartney, o algunas de las más celebradas por los beatlemaníacos como “I’ve Just Seen A Face”, “Love Me Do”, “Blackbird” y “Ob-La-Di, Ob-La-Da”.
Lo mismo que pasó el sábado, Paul regaló a sus fanáticos una joya del repertorio para recordar sus primerísimos pasos: el cover que hacían con The Quarrymen –la banda que integraba con John Lennon y George Harrison antes de ser los Beatles– “In Spite of all the Danger”.
“Nineteen Hundred and Eighty-Five”, y “Jet” fueron coreadas por todos. De su repertorio solista, sonaron “Here Today” (1982), la canción que escribió para homenajear a John Lennon, “Dance Tonight” y “New” (2013). Del cuarteto de “los cuatro chicos de Liverpool” como le gusta llamar a los Beatles a Paul, “Lady Madonna”, “Being for the Benefit of Mr. Kite!”, “Something” y “Now and Then”, para desembocar en la inigualable “Get Back”, la canción que le da nombre –juego de palabras mediante– al tour y viste las pantallas del escenario de un sin fin de imágenes de The Beatles que logran emocionar a todos los presentes.
El segmento final terminó de llevar a los 70.000 fans presentes al pico máximo de la emoción: los máximos hits de Wings, “Band On the Run” y “Live and Let Die”, y las baladas de los Beatles “Let It Be” y “Hey Jude”. Después de más de dos horas de tocar y cantar sin pausas, en conexión plena con su público, Paul McCartney tenía unos bises preparados que dejarían a cualquiera sin aliento. “I’ve Got a Feeling” abrió este momento final, seguido por “Birthday”, “Sgt. Pepper”, “Helter Skelter” y “Golden Slumbers”. ¿Cómo cerrar una noche de estas características si no es con “The End”, la canción de Abbey Road que sentencia “And in the end, the love you take is equal to the love you make” (“Y al final, el amor que te llevas es equivalente al amor que das”). “Hasta la próxima”, fueron las palabras de despedida del artista.
Todavía queda una última fecha para esta visita tan especial de Paul McCartney en la Argentina, pero habrá que esperar su regreso luego de sus compromisos en Chile y Brasil, para su actuación del 23 de octubre y se presente en el Estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba, provincia donde tocó por última vez en 2016.
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