Madonna es sinónimo de pop. Una figura popular que trascendió fronteras e idiomas y se apoderó del mundo con su particular estilo. Transgresora, rebelde, inteligente, impuso su concepto a principios de los ‘80. Sus clásicos se hicieron fuertes con el tiempo y no pararon de sonar en las nuevas generaciones.
La reina del pop vendió a lo largo de su carrera más de 300 millones de producciones musicales, con lo que establece el récord mundial de la solista más exitosa y de mayores ventas musicales de todos los tiempos, incluido en el Libro Guinness de los récords.
Una pequeña Madonna se maravilló al verla actuar a Nancy Sinatra en televisión con su clásico de 1966, “These Boots Are Made for Walkin’’: “Quiero ser como ella”, imaginó. En aquel tiempo, la futura estrella de la música pasaba el tiempo libre haciendo coreografías al ritmo del twist o imitando a la gran Shirley Temple.
Nacida en Michigan, como Madonna Louise Ciccone, tomó clases de piano, pero mucho no lo interesó. Lo suyo era cantar y bailar. Se destacó en la escuela con buenas notas. Después de graduarse, recibió una beca de danza en la Universidad de Michigan y le pidió a su padre que la deje tomar clases de ballet.
En 1977, Madonna dejó los estudios y se lanzó a la aventura. Se instaló en Nueva York con la esperanza de lograr su sueño. “Fue la primera vez que viajé en avión y en taxi. Lo más valiente que hice”, reconoció. Para poder sobrevivir, la artista tuvo distintos trabajos. Atendió en varios locales de comida rápida y hasta posó desnuda para artistas plásticos. El dinero apenas le alcanzaba para pagar un departamento viejo. “El día que mi papá me vino a visitar quedó mortificado”, contó. El momento más duro que vivió fue cuando la violaron en la terraza de un edificio.
En 1979 consiguió un lugar como bailarina del cantante francés Patrick Hernández (famoso por su hit “Born To Be alive). También tuvo un romance con el músico Dan Gilroy, con quien formó el grupo Breakfast Club, en donde cantaba, tocaba la guitarra y la batería. En 1980 dejó el grupo y volvió con un anterior novio, también músico, Stephen Bray para darle vida a Emmy.
Su voz llamó la atención del DJ y productor Mark Kamins, quien arregló un encuentro entre la cantante y el fundador de la discográfica Sire Records. En 1982, Madonna firmó su primer contrato y en octubre de ese año lanzó “Everybody”. En marzo del año siguiente, fue el turno “Burning Up”. Ambas canciones tuvieron una muy buena recepción entre el público y no pararon de sonar en las discotecas de los Estados Unidos.
La llegada al éxito
Fue su segundo disco publicado en 1985, Madonna eligió a Nile Rodgers como el principal productor del disco. Le había gustado su desempeño con David Bowie. “Un trabajo muy querido. Fue una experiencia rápida. Toqué cada uno de los temas en el estudio junto a ella y compuse los arreglos. Llamé a algunos músicos de sesión para dar con la idea final”, le contó Nile a La Viola.
“Trabajar con ella me cambió la vida. Fue el disco que más vendió de mi carrera, con 25 millones de copias, y disco doble diamante. No había visto niveles de ventas como estos. Va más allá de la música. Es lo primero que tenés para arrancar, pero después pasan otras cosas”, agregó el guitarrista y productor, quien formó parte del grupo Chic y quien produjo a otros artistas como INXS, Duran Duran y Daft Punk.
“David Bowie era muy especial, lo describo como un Picasso en la música, ya que veía las cosas de una forma muy abstracta. En cambio, Madonna encuentra las cosas de una forma muy específica, con las personas que quiere hablar y sigue con un concepto para hacer discos para todo el mundo”, concluyó.
“Angel”, “Like Virgin” (con un video donde se la ve a la cantante recorriendo Venecia) y el que le da nombre al disco fueron algunos de los éxitos. En este último, la cantante imitó al de Marilyn Monroe de la canción “Diamonds Are a Girl’s Best Friend”, de la película “Los caballeros las prefieren rubias” (1953). “Yo no me veo como la reencarnación de Marilyn. Yo la admiro y trato de imitarla, pero no soy ni la primera ni la última. Además, ella era una víctima”, le confió a Metropolitan.
Nile Rodgers recuerda su trabajo con Madonna
“Like a Virgin”, una pieza perfecta del pop
Un clásico que puso a Madonna en lo más alto. Fue compuesto por Billy Steinberg y Tom Kelly, dos amigos que trabajaban juntos, uno como letrista y el otro con la música. En una entrevista, el primero contó que la escribió inspirado en los sentimientos de volverse a enamorar luego de una ruptura amorosa.
“Estuve involucrado en una relación muy difícil emocionalmente que finalmente terminó y conocí a alguien nuevo. Recuerdo haber escrito esa letra sobre sentirme brillante y nuevo. Logré atravesar el desierto, de alguna manera lo logré; logré superar este momento tan difícil”, describió el autor a SongFacts.
“Like a Virgin” llegó a los oídos de Michael Ostin de Warner Bros y no dudó en mostrársela a Madonna. A la cantante le gustó, pero no tanto a Nile Rodgers, quien en un principio se negó a sumarla al álbum, pero que al escuchar un par de veces el demo no se la pudo sacar de la cabeza.
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