Emilia Attias habló tras su separación del Turco Naim. La actriz no ocultó su descontento con los trascendidos en torno a la ruptura y fue tajante en lo que respecta a su vínculo con Nicolás Francella.
Este lunes, al ser abordada por el móvil de A la tarde (América), la artista aclaró: “No voy a hablar”. Sin embargo, ante la insistencia del notero, expresó: “Chicos, yo no decidí que fuera público”. “Sé que estás trabajando, no quiero hablar de eso. Lo que dije, lo dije públicamente. Ya está”, sostuvo intentando poner fin al tema.
Respecto al vínculo con quien fue su pareja durante dos décadas, Attias aseguró: “Con Naim tenemos una relación supercordial y amorosa, hablamos todo el tiempo y está todo bien”. “Las cosas que a nosotros nos pasaron, van a quedar entre nosotros y sabemos cómo manejarlas”, remarcó. Y aclaró: “Públicamente, no fue una decisión nuestra. Hicimos lo que pudimos con eso y hasta acá llegamos públicamente, no vamos a hablar ninguno de los dos”.
A modo de cierre, le preguntaron si quería desmentir algo y ella negó a fin de dar por cerrado el tema. Pero al ver que le iban a consultar por su supuesto vínculo con Nicolás Francella, fue tajante: “Chicos, no metan a Nicolás que no tiene nada que ver”. “No hay infidelidad, no hay terceras personas. Son cosas de la intimidad de las parejas”, concluyó.
El descargo de Emilia Attias tras el escándalo por su separación del Turco Naim: “Sabemos quienes somos”
Emilia Attias publicó un comunicado en medio del escándalo por su separación del Turco Naim. En medio de los trascendidos sobre terceros en discordia, la actriz decidió poner fin a los rumores y respaldó a su ex: “Sabemos quienes somos”.
“Cuando algo llega tan alto. Tan sublime. Se vuelve intocable. Cierro mis ojos. Respiro. Y siento mi alma caer al vacío. Como si de esa altura en la que está, se cayera, atravesando una tempestad. No estoy asustada. Prefiero la consciencia”, comenzó la actriz en un mensaje junto a una foto en la que se la ve junto al papá de su hija.
Luego continuó: “Sentir ese viento frío en la cara. Mis músculos rígidos, la piel seca. Abrir los ojos y fijar la dirección, a través de toda esa niebla. Reconocer cada uno de sus rincones. Mirarlos de frente. Apropiarme, con cada respiro, de esta hostilidad, para transformarla. Aceptar. Con humildad. Sintonizar la antena de la sabiduría. Del perdón. Propio y ajeno. Aceptar. Integrar. Crecer. Fortalecerse. Templarse”.
“Si este es el momento que me toca vivir ahora, al menos de esta manera me da fuerza. Te acompaño, donde estés, de la mano. Siempre vas a contar con eso. Siempre”, aseguró. Y añadió: “Todas las noches te mando ángeles que te protejan y te iluminen. Siento orgullo por ambos. Por como atravesamos muchas cosas. Con cuanta entrega. Sorteando nuestras propias complejas humanidades”.
Entonces, reparó en el día que se conoció la noticia de la ruptura. “Recuerdo la noche del jueves, mientras el show de esta noticia se desplegaba en los medios, y nuestros celulares explotaban, hablamos por videollamada, como 1 hora… acompañándonos, riéndonos con cierta tristeza, y resignación, de todas esas mentiras y condimentos que desdibujaban la realidad, propio de quien tiene una verdad a cuartas entre sus manos. Despellejando semejante intimidad. De una manera tan liviana y desprolija. Sobre vos. Sobre mí”. “Por suerte sabemos quienes somos. Y que suerte que estamos tranquilos”, remarcó.