Con la vuelta de la oferta hipotecaria UVA en varios bancos públicos y privados, las familias y empresas se preguntan si puede haber un repunte de los créditos, que según datos del Banco Central (BCRA) apenas representan el 4% del PBI.
“En términos interanuales, los préstamos en pesos al sector privado registraron una contracción real de 38,2% y se posicionaron en 4% del Producto, un registro mínimo respecto a los valores de los últimos años. Este bajo nivel de financiamiento bancario se explica fundamentalmente por el proceso de desintermediación financiera experimentado durante los últimos años”, indicó el organismo en el informe monetario de abril.
El documento oficial agregó que desde que asumió la actual gestión, el BCRA tomó medidas para fomentar el financiamiento a tasas más bajas. En particular, hizo referencia al recorte de la tasa de referencia y a la desregulación del piso de rendimiento de los plazos fijos.
Como informó TN, los bancos públicos fueron los primeros en reducir sus costos de financiamiento, mientras que algunas entidades privadas también los siguieron en las últimas semanas. Los datos del BCRA muestran que desde diciembre hasta fines de abril las tasas de préstamos se redujeron entre 18 y 58 puntos porcentuales, según la línea. Pese a ello, el stock de créditos al sector privado cayó más 14% en términos reales en lo que va del año.
Desde el Ieral, de la Fundación Mediterránea, señalaron que el tema de los costos todavía juega en contra del aumento del crédito. Señalaron que todavía las alícuotas de Ingresos Brutos son altas y encarecen los préstamos. Además, puntualizaron las dudas sobre la tasa de interés. Con respecto a la UVA -que volvió a la escena junto con los hipotecarios- dijeron que la preocupación sobre la relación entre ese ajuste y el de los salarios será menor a medida que crezca la economía.
En tanto, se preguntaron qué tasa de interés tendrían los créditos ante un eventual levantamiento de las restricciones cambiarias que generan que las empresas -sin acceso sencillo a dólares- depositen sus pesos a tasa muy bajas, que abarata el costo que los bancos tienen por captar pesos que luego prestan. “Si desaparece el cepo, es posible que las tasas pasivas se incrementen y también así las activas. Esta situación puede generar cierta desconfianza en tomar préstamos en estos tiempos”, indicó el instituto.
Qué sectores demandarán crédito en 2024
El reporte del Ieral también explicó que para incrementar la oferta de crédito es necesario que los bancos reciban más depósitos y que estén dispuestos a prestarlos al sector privado. “Eso es lo que no ha ocurrido en los últimos seis años (o más). Con oscilaciones, los depósitos en pesos, netos de inflación, han estado estancados, con una fuerte caída en los últimos meses. Por otro lado, esos pocos fondos se habían destinado en forma creciente a financiar al gobierno nacional, vía letras del Banco Central”, indicó.
En ese sentido, el Ieral consideró que, con la nueva gestión, “existe una cierta esperanza de un cambio de tendencias en préstamos” porque “unas finanzas públicas equilibradas implicarían menos fondos a destinar al sector público, y más al privado”, al tiempo que una economía más estable generaría un repunte en los depósitos.
El reporte analizó dos dimensiones posibles de la recuperación del crédito, con el foco puesto en las empresas. Por el lado de las inversiones, los economistas del Ieral indicaron que el crecimiento de la Argentina será lento y que el contexto recesivo actual no ayuda.
El segundo punto de vista considera los préstamos para capital de trabajo. “Para 2024 se espera un mejor año para el agro (especialmente pampeano), con una mejor cosecha que la del año pasado. En los otros sectores, el panorama viene complicado, especialmente por la fuerte caída en el poder de compra de la población, que impacta negativamente en varios sectores intensivos en créditos (industria, comercio, e indirectamente, la construcción)”, afirmó el Ieral.
De todos modos, el trabajo concluyó que si se cumplen las expectativas del Gobierno habrá una mayor oferta de crédito bancario para el sector privado. “En ese contexto, los sectores más favorecidos serían aquellos más intensivos en capital del trabajo (agro, agroindustria, industria, comercio), y también los más vinculados a la inversión (construcción y el sector energético)”, cerraron.