La bronca de Ramón Díaz tras su salida de Vasco da Gama: “No esperaba ser despedido por Twitter”

La dirigencia de Vasco da Gama decidió despedir al argentino Ramón Díaz de su cargo de entrenador del equipo. Lo hizo después de la dura derrota por 4-0 ante Criciúma por la cuarta fecha del Brasileirao. Tanto el DT como su hijo Emiliano, que es ayudante de campo, dijeron que se enteraron de todo a través de las redes sociales.

“No me gustó la forma en que acabó. Merecíamos otro tipo de respeto, no ser despedidos por Twitter”, dijo Emiliano Díaz en la conferencia de prensa, respecto del mensaje que minutos antes se había publicado en el perfil del club en X, el nombre que actualmente recibe la red social.

El hijo del DT agregó: “Hicimos mucho por Vasco, pero el fútbol es así. Sé que vamos a tener revancha en algún momento, algunos van a estar contentos y otros no tanto, pero siempre van a tener un vascaíno de corazón”.

Ramón, en tanto, ratificó las declaraciones de su hijo y ayudante: “No esperábamos ser despedidos por Twitter, merecíamos otra cosa”.

¿Renunció o lo echaron?

En su primer comunicado, Vasco da Gama había informado que “inmediatamente después del partido, Ramón Díaz y (su hijo y asistente) Emiliano Díaz no son más parte de la comisión técnica”.

Posteriormente, el DT y su ayudante declararon en la conferencia de prensa que se habían enterado a través de las redes sociales que ya no eran parte de la institución.

Este domingo, sin embargo, la dirigencia publicó un nuevo comunicado en el cual aseguró que Díaz y su hijo le presentaron su “renuncia al gerente de fútbol del Vasco da Gama, Clauber Rocha”. Señalaron también que, después de comentar su decisión a los jugadores en el vestuario, los argentinos pidieron que esta, en su condición de “irrevocable, fuera comunicada inmediatamente a la dirección”.

En los medios de Brasil explicaron que este cruce de versiones remite a la negociación que debe dar se para sellar la salida del entrenador que tenía contrato hasta fines de 2025.

Según la agencia EFE, el vínculo del riojano establecería que, en caso de despido, el club debería pagarle unos 20 millones de reales (3,9 millones de dólares o 3,7 millones de euros).