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HUMOR PARA LEER Y ESCUCHAR Reflexiones de la vida diaria: «Metidas de pata» E-GRUPOCLAN
El «mega DNU» del presidente Javier Milei sobre desregulación de la economía sufrió un sonoro rechazo en el Senado, marcado por la tensión dentro de su Gobierno y también hacia afuera, con un conjunto de gobernadores con los que ahora necesitará encontrar un acuerdo para evitar que el decreto se caiga definitivamente en la Cámara de Diputados.
El decreto de necesidad y urgencia 70/2023 fue rechazado con 42 votos en contra, 25 a favor y 4 abstenciones. El resultado es en efecto una dura derrota política para Milei, que se suma a la frustración que tuvo en enero con la primera versión de la Ley ómnibus, pero no es el fin: la medida sigue vigente.
Pese al discurso sombrío con el que el Gobierno busca tapar los errores de cálculo político que derivaron en esta situación (advertida por la presidenta del Senado, Victoria Villarruel y buena parte de la oposición dialoguista al Ejecutivo durante meses), los DNU no caen mientras no sean rechazado por las dos cámara del Congreso.
Por ese motivo Milei necesita ahora evitar que la situación se repita en la Cámara de Diputados. A pesar del rechazo del Senado, le queda margen para sostener allí el decreto o, al menos, evitar que llegue al recinto y negociar con gobernadores y legisladores de la oposicion dialoguista para avanzar con leyes que repitan parte del contenido del DNU.
Así lo entienden muchos de los senadores que votaron en contra o se abstuvieron y también los propios aliados que el oficialismo tiene en el PRO. «Todo depende de que el Presidente entienda que los desacuerdos los tiene que resolver razonablemente en lugar de amedrentar a los que plantean diferencias y seguir echando gente», deslizó ante iProfesional uno de los senadores de los bloques provinciales que votó en contra.
El argumento central el rechazo del Senado al DNU fue la «inconstitucionalidad» pero no del decreto en sí mismo, que es una herramienta legal, sino de que en sus más de 300 artículos, en los que introduce desde la derogación de la Ley de Alquileres o la desregulación de obras sociales, hasta cambios en los clubes de fútbol y reformas laborales (suspendidas por la Justicia) «deroga 100 leyes y modifica otras 300».
Más allá del rechazo cerrado de los 33 senadores del kirchnerismo, entre los senadores de bloques provinciales que votaron en contra DNU y entre legisladores de la UCR -que mayoritariamente apoyó al oficialismo, con la excepión de Martín Lousteau, Pablo Blanco que votaron en contra y Maximilano Abad que se abstuvo- e incluso del PRO insistieron, tanto en el recinto como en charlas informales, que varios de los temas se hubieran aprobado por ley.
El rechazo al DNU se apoyó, entonces, en la forma elegida por Milei para encarar las reformas. Aunque también influyó el clima de conflicto permanente que agitó en los últimos meses tanto con recortes de fondos intempestivos a las provincias como con furibundas críticas. El ejemplo paradigmático fue el del chubutense Ignacio Torres, del PRO.
Por caso, las dos senadoras de Chubut vinculadas a él se dividieron: una a favor y otra en contra. También votaron en contra senadores de Santa Cruz, de Río Negro y de Neuquén, vnculados a los gobernadores Claudio Vidal, Alberto Weretilneck, y Rolando Figueroa, más los independientes del bloque Unidad Federal.
Muchos de ellos insisten en que el descenlace que vio Milei en el Senado «se podría haber evitado» y por eso ahora miran a la Cámara de Diputados. Allí se abre un signo de interrogación. El voto dividido de los chubutenses, por ejemplo, es una señal de que el escenario todavía está abierto para esa próxima parada.
A pesar de este primer rechazo, en la Cámara baja todavia no hay una mayoría que pueda voltear definitivamente el DNU. No obstante, la derrota tampoco está lejos, apenas a «unos 10 votos de distancia», según fuentes parlamentarias consultadas por iProfesional. La negociación con esos gobernadores y otros que tienen peso en Diputados está abierta y el rechazo al DNU en el Senado es también, de cierta forma, una señal en ese sentido.
Con el mega DNU pendiente de tratamiento en la Cámara de Diputados, los gobernadores y la oposición dialoguista que no tiene jefes políticos (muchos de ellos anotados en el bloque Hacemos Coalición Federal y en la UCR) tienen una carta de negociación con la Casa Rosada.
De hecho, en el Senado fueron varios los legisladores que antes de votar en contra del DNU le enviaron al Gobierno el mensaje de que Milei debe «buscar acuerdos» y «no ignorar al Congreso», donde si intenta consensuar las reformas que plantea con las provincias muchas avanzarían. Palabras más o menos, esto fue lo que dijeron con el ojo puesto en Diputados.
La situación en la que quedó el DNU se vuelve especialmente importante dado que la Casa Rosada ya abrió una negociación con los gobernadores hacer un segundo intento con la Ley ómnibus y tratar de encarrilar el «Pacto de Mayo» a que convocó Milei pero que, de entrada, se planteó como un condicionamiento más que un llamado al diálogo.
Hubo señales en el Senado de que si la negociación llega a buen puerto podría evitar el rechazo del DNU en Diputados, por ejemplo, las abstenciones de la cordobesa Alejandra Vigo y los dos misioneros que responden al gobernaddor Hugo Passalaqcua. Un día antes, los diputados de esas provincias le quitaron quórum a la sesión pedida para forzar el debate de la nueva fórmula de movilidad jubilaltoria.
Una de las alternativas para que Milei evite una derrota o por lo menos logre sostener las reformas con las que quiere avanzar se la está dando también el PRO en la Cámara de Diputados, donde presentaron proyectos de «modernización laboral» que repiten el tramo del DNU suspendido por la Justicia.
En el Senado, en tanto, los bloques provinciales que rechazaron el decreto planean hacer algo muy similar, según adelantaron a iProfesional. «La clave va a estar en que el Ejecutivo acepte buscar entendimientos tanto con gobernadores como con el Congreso, en lugar de seguir con la confrontación», insistió un senador de ese sector.
«Les queda la instancia de Diputados y depende de ellos», repetían en los pasillos del Senado operadores de todos los sectores, incluido el PRO. De hecho, el jefe del bloque de senadores de ese partido, Luis Juez, sostuvo en el cierre del debate que el DNU «seguramente de otra manera se hubiera aprobado».
Además, le agradeció a Villarruel por el «coraje» de haber llamado a la sesión. Fueron varios los senadores que la respaldaron en el mismo sentido. Todos entienden que la vicepresidenta no tenía más margen para esquivar el debate sobre el DNU con tres pedidos de sesión especial por parte del kirchnerismo y bloques provinciales presentados entre enero y febrero y todos cuestionan el comunicado que emitió la Oficina del Presidente.
«Ella hizo todo lo que pudo y le avisó al Ejecutivo mil veces que esto se venía si no hacían algo y nosotros le dimos la oportunidad de que manden a los funcionarios a la Comisión Bicameral a defener el decreto, pero no hicieron nada y el Presidente siguió echando nafta al fuego«, se sinceró ante iProfesional un senador que partició de la reunión de Labor Parlamentaria del día anterior.
En esa reunión previa a la sesión, Villarruel estaba tratando de acordar una postergación del debate sobre el DNU cuando salió el duro comunicado de la Oficina del Presidente con críticas directas al Senado y veladas para la vicepresidenta. «Ahí se terminó la historia», cuentan los participantes. «El Gobierno se movió mal y tarde», agregan.
De esta manera se refieren a la negociación que encaró la Casa Rosada horas antes de la sesión. Incluso en el PRO consideran que el Ejecutivo tardó en moverse para tratar de evitar el rechazo del DNU. «Estas cosas no se manejan así, a último momento», deslizó uno de ellos ante este medio.
En primer lugar, desde el Gobierno le dieron la orden al jefe del bloque de La Libertad Avanza, Ezequiel Atauche, de plantear una moción en el recinto para posponer una semana el tratamiento del DNU, lo mismo que había intentado hacer Villarruel un día antes. Ya era tarde. La moción fue rechazada con 41 votos contra 30 que apoyaron la postergación por 20 días.
En paralelo el Ejecutivo les hizo llegar a gobernadores, senadores y diputados el borrador de la nueva Ley ómnibus con el paquete de alivio fiscal incluido. «A los radicales les gustó», deslizó una fuente allegada a uno de los gobernadores de la UCR. Los demás, sin embargo, hicieron silencio.
Mientras tanto, dentro del Senado ya sabían que el resultado de la moción para postergar el debate anticipaba lo inevitable. Las negociaciones continuarán, ahora, con la mira en Diputados. Se definirá si el gobierno de Javier Milei acepta tratar los proyectos que buscan mantener viva la letra del DNU, mientras se discute la nueva Ley ómnibus.
Sin embargo, en el Congreso insisten en que todo dependerá mucho de cómo se mueva Javier Milei tras este primer rechazo al «mega DNU». La primera reacción fue fiel a su estilo: replicar en la red social X las críticas y «escraches» a los senadores que votaron en contra.
En los próximos días se verá cómo seguirá la negociacion con los gobernadores y cuál será la estrategia en la Cámara de Diputados, donde un rechazo final para el «mega DNU» sería una derrota histórica para Javier Milei porque nunca el Congreso «volteó» un decreto. Mientras tanto, todos repiten en los pasillos que el futuro está en manos del Presidente.
Escrito por E-GRUPOCLAN
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