“La ausencia de Télam es un enorme vacío y se siente mucho porque es una de las pocas empresas periodísticas en el país con personal especializado para cubrir los juicios por delitos de lesa humanidad y todos los acontecimientos relacionados con un tema tan especial para la Argentina, Latinoamérica y el mundo”, planteó el abogado con vasta trayectoria en causas de lesa humanidad, Pablo Llonto.

Llonto refirió que “este sentir” se multiplica entre los “miles de familiares de víctimas del terrorismo de Estado, entre los propios sobrevivientes así como en la gente que se interesa desde hace décadas por lo que fue el crimen de estado cometido por los genocidas”. “Ojalá se logre dar vuelta esta decisión arbitraria, inconstitucional, ilegal de cerrar o reducir la agencia, porque Télam es más necesaria que nunca para la democracia”, sostuvo.

En esta misma línea, el fiscal general a cargo de la Unidad Especializada para Casos de Apropiación de Niños y Niñas durante el Terrorismo de Estado, Pablo Parenti, subrayó que desde la reapertura de los procesos penales “Télam fue una agencia sumamente importante para cubrir los juicios por delitos de lesa humanidad” a través de los cuales a la fecha se ha conseguido condenar a más de 1200 genocidas. “

Destaco no sólo el profesionalismo de sus periodistas, sino también la llegada a todo el país de una agencia como Télam, que permitió que esa información, tan importante para nuestra democracia, pudiera estar disponible para habitantes que se informan con medios locales que no tienen la capacidad de cubrir por sí mismos el avance de los juicios o la localización de personas que fueron apropiadas en el marco del terrorismo de Estado”, amplió al respecto.

También desde la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo se solidarizaron con los trabajadores de la Agencia Nacional de Noticias en tanto consideraron que “Télam es Argentina, es nuestra historia y es fundamental para contar lo que nos pasa como país y como sociedad”. “La agencia es parte de nuestra democracia porque muestra lo que otros nos ocultan y porque es lo que hemos construido para poder hablar de nosotros, de lo que nos pasa, de lo que necesitamos y de lo que sabemos. Necesitamos de Télam porque todos somos Télam”, definió el nieto restituido y actual miembro de la Comisión Directiva de la Asociación, Manuel Gonçalves Granada.

Para Guillermo Pérez Roisinblit, otro de los más de 130 nietos restituidos por Abuelas e integrante de la Asociación, Télam cumple “un papel crucial al informar a todos en el país sobre los juicios de lesa humanidad que se vienen desarrollando y contribuye a la difusión de información relevante sobre derechos humanos”. También destacó que la agencia “brinda una cobertura federal, garantiza la transparencia y la memoria histórica” y alertó que su cierre “obstaculiza la conciencia pública sobre estos procesos judiciales y afecta indefectiblemente la búsqueda de memoria, verdad y justicia que venimos reclamando hace más de cuatro décadas”.

En un sentido más amplio, la directora ejecutiva del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Paula Litvachky, indicó que la intención de cerrar Télam “significa un retroceso en el derecho a la comunicación, el acceso a la información y la libertad de expresión en Argentina”.

“Es una medida que conduce a una concentración empresarial del sistema de medios, ya concentrado de por sí, y al achicamiento del pluralismo y la diversidad cultural. Porque Télam garantiza una cobertura de noticias federal, con corresponsalías en todas las provincias, gracias a las cuales, por ejemplo, desde que se reabrieron los juicios de lesa humanidad se pudo dar visibilidad a las audiencias orales en todo el territorio”, argumentó.

Y concluyó: “No hay duda de que el resultado inmediato de esta decisión del Gobierno será tener menos información, un país menos federal y menos plural”.

Una de las primeras en solidarizarse con los trabajadores de Télam, fue la histórica referente de derechos humanos y Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Taty Almeida, quien dijo tener un “cariño muy especial” por la agencia por varios motivos, entre ellos, porque su hijo Alejandro Martín Almeida, estudiante de medicina detenido desaparecido, trabajó en la sección de publicidad de Télam.

“En nombre de todas las Madres de línea fundadora y de la mesa repudió esta aberrante decisión del gobierno de cerrar Télam, un ataque a la libertad de expresión en esta democracia que tanto nos costó conseguir”, expresó Almeida.

 

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