Pichetto resiste que le impongan a la santafesina Gisela Scaglia como jefa de bloque. Intentan una movida espejo en el Senado.
El radicalismo logró este miércoles dar un paso crucial en su intento por mantener la unidad conformando un interbloque con Miguel Pichetto y los legisladores de Provincias Unidas, mientras apuran la búsqueda de consenso interno para proclamar al correntino Gustavo Valdés como presidente de la UCR.
La urgencia del partido centenario se debe a que, durante el último año, sufrió la ruptura de los legisladores que se fueron con Javier Milei, primero, y los que partieron el bloque de Rodrigo De Loredo, después.
Por eso, el gobernador Maximiliano Pullaro pudo encabezar junto a su par de Chubut, Nacho Torres, y la vicegobernadora de Córdoba, Myrian Prunotto, una reunión con radicales, pichettistas y diputados electos por Provincias Unidas en las oficinas que tiene Miguel Pichetto, frente al Congreso.
La fragmentación amagaba con dejar al radicalismo con solo media docena de legisladores, derivando en el armado parlamentario más chico de su historia. Para evitarlo, necesitaban que el bloque no terminara liderado por figuras vinculadas al gobierno libertario o diputados que hubiesen colaborado con las leyes de Milei pero la opción contraria podría conducir a una ruptura con Alfredo Cornejo y Leandro Zdero, los dos gobernadores radicales que acordaron listas con la Casa Rosada.
En medio de la tensión existente entre los 12 diputados radicales que quedarán tras el recambio parlamentario, Pullaro, Torres y Prunotto propusieron a Gisela Scaglia, vicegobernadora de Santa Fe y legisladora electa, como jefa de bloque de Provincias Unidas. Los escuchaban no solo los de Encuentro Federal sino también cuatro representantes de la UCR: Martín Lousteau, Mariela Coletta, Pablo Juliano y Jorge Rizzotti.
La UCR podría partirse y quedarse con el bloque de diputados más chico de su historia
El encuentro arrancó cerca de las 14:30 y estuvieron presentes, además de Pullaro, Torres, Prunotto y los radicales, otros 13 diputados que responden a ellos. Salvo Juan Schiaretti, que será sometido en las próximas horas a una intervención quirúrgica, asistieron Scaglia, los socialistas Pablo Farías y Esteban Paulón y los cordobeses Miguel Siciliano, Juan Brugge y Carlos Gutiérrez, entre otros.
La postulación de Scaglia para presidenta de bloque, algo que algunos de los miembros del flamante armado dan por consumado y otros advierten que sigue abierto, irrita a Pichetto. En tanto, la adopción de Provincias Unidas como sello incomoda a un sector del radicalismo que tal vez acepte nada más que por temor al desbande.
Pese a que ofrecieron las oficinas como anfitriones, todavía no está claro si Pichetto y Nicolás Massot se sumarán a ese armado. “Todavía no se sabe nada y nosotros no fuimos a la reunión”, comentaron a LPO cerca del rionegrino.
Uno de los diputados presentes deslizó que a Pichetto le habría caído mal que promovieran a Scaglia como su relevo. “Estuvo 8 años en la Cámara y no sabía nada”, habría dicho enfurecido.
Los cordobeses y los santafecinos, oriundos de dos distritos que no pudieron meter diputados radicales a la Cámara Baja en este turno, se ilusionan con la chance que Pichetto, Massot y Jorge “Loma” Ávila permanezcan en el bloque. También apuestan a sumar a dos lilitos, uno de los santacruceños de Claudio Vidal y al santafecino José Núñez.
La UCR, por otro lado, ofrece una plataforma consistente para ensayar una jugada en espejo desde el Senado. Los radicales contarán con 10 senadores a partir del 10 de diciembre y los gobernadores piensan en agregar a esa base a Andrea Cristina y María Victoria Huala. “Vamos a tener 17 diputados como mínimo, tal vez lleguemos a 20 o 21, y 12 o 14 senadores”, celebraba una de las legisladoras que se sentó a la mesa de la reunión.
Las negociaciones no están cerradas aún. De hecho, fuentes correntinas dijeron a LPO que resta definir si Diógenes González, ministro de Desarrollo de Valdés y diputado electo por Provincias Unidas, estará o no en el bloque de Scaglia, acaso una precaución extrema hasta que el gobernador acepte el ofrecimiento de liderar la UCR.
En efecto, una fuente del radicalismo explicó a LPO que el esfuerzo de contención contempla la presidencia del partido para Valdés y la vicepresidencia para Pamela Verasay en el Comité, para compensar a todos los espacios. La fragilidad se constata en la pregunta sobre la reticencia que manifiestan por ahora Cornejo y Zdero sobre la confluencia en un interbloque con Scaglia y Pichetto.



